jueves, 15 de marzo de 2018
Y al final, Pastrana no era tan malo.
Dicen que las comparaciones son odiosas, pero en el sector público son más que necesarias y las llamamos mediciones. Una de esas mediciones es el índice de popularidad de los gobiernos. Hasta antes del impopular gobierno del presidente Santos, el anti ranking era liderado por el conservador Andrés Pastrana.
César Gaviria, presidente entre 1990 y 1994, lograba salir de la Casa de Nariño con una favorabilidad del 53%; Ernesto Samper, salpicado por el famoso ‘proceso 8000’, saldría con un 30%; sin embargo, este fue superado por Andrés Pastrana con un 21%, lo que lo dejaba, hasta ese momento, como el más impopular desde las mediciones. Lo de Álvaro Uribe es un fenómeno aparte con un 85% de aprobación en su mejor momento, contra lo que presenta Santos con un negativo 14% a enero de 2018.
El conservador Andrés Pastrana (1998 – 2002) sufría entonces los fracasos del proceso de paz con las FARC y la crisis económica del año 99. Sin embargo, una discusión política con un amigo, originada por el trino del exministro Juan Camilo Restrepo acerca del IPC, me llevó a hacer un análisis de este indicador, y terminé pensando: ¿será que Pastrana no era tan malo e injustamente lo hemos juzgado tan fuertemente?
Recordemos. El IPC es un indicador que mide la variación de precios de una canasta de bienes y servicios representativos del consumo de los hogares del país. El IPC está diseñado para captar variaciones de precios de dichos bienes y servicios representativos del consumo final de los hogares del país, es decir, los incrementos de precio por unidad de producto. En palabras sencillas, el IPC nos ayuda a saber cuánto menos dura nuestro dinero cada año o qué tanto valor pierde.
Analizando entonces si verdaderamente Santos era tan bueno como decía el exministro, me encontré que el mayor IPC de en la historia de Colombia se dio en el año 1990, siendo Virgilio Barco, presidente hasta el 7 de agosto de ese año, con un desafortunado 32.37%. Sus cuatro años de gobierno fueron lo peor para la economía colombiana, sumando un 110,75% de inflación. Hay que decir que la economía colombiana parecía un desastre total: Michelsen, 90,5%; Turbay, 105%; Gaviria, 97%; Samper, 75%.
Pero llegó el gobierno de Andrés Pastrana, el que pareciera no ser tan malo después de coger ese desastre de país. En su momento, Pastrana fue el presidente de menor inflación, con el 32,72% en su cuatreño. Parece ser un gran logro del presidente conservador, quien sacó del abismo económico a este país, que iba por el camino que hoy vive Venezuela. Y ni qué decir de los gobiernos de Álvaro Uribe, con un 21,32% en su primer gobierno, y con un histórico 18.53% en el segundo, en el 2009 primera vez que Colombia tiene, desde la elección de presidentes, un IPC tan bajo.
Ahora bien, Santos lo hizo bien en inflación durante su primer mandato, continuando con la tendencia bajista, y cerró en un también histórico 11,77%. Pero su segundo mandato no parece ser tan bueno, y el trino del exministro un tanto desafortunado. Un país que venía bien en este índice, ahora proyecta cerrar por encima del primer periodo de Uribe Vélez.
Mi amigo, aún sorprendido, me pide comparar la inflación con el aumento del salario mínimo, supongo que buscando demostrar que los gobiernos liberales no habían sido tan malos, pero no era de extrañar el resultado. Virgilio Barco da número negativos: 6,65% perdieron los colombianos de poder adquisitivo; con César Gaviria perdieron el 4,57%; con Ernesto Samper los colombianos perdieron un 0,49%; solo hasta el gobierno de Andrés Pastrana, que parece entonces no ser tan malo, los colombianos pudieron ganar un 2,78 de poder adquisitivo, tendencia que continuaron y mejoraron los gobiernos de Uribe y Santos.
Estos análisis me permiten concluir que Andrés Pastrana no fue tan mal presidente y que, si nuestro sueldo no nos alcanza, debemos mirar y juzgar a los gobiernos liberales, durante los cuales se encareció la vida y no se compensó adecuadamente.