Certificación de procesos, una necesidad no una moda.

Más de 8.000 empresas certificadas a la fecha por el Instituto Colombiano de Normas Técnicas (ICONTEC), hacen creer que este proceso está muy de moda en nuestras épocas, convirtiéndose en una prioridad para todas las grandes empresas que hoy desean competir en diferentes sectores.

Pero esto más que una moda surgida por las ganas de unos gerentes de figurar, se ha convertido es una necesidad que tienen todas las Pequeñas, Medianas y Grandes empresas en todos los sectores,  tanto de bienes como de servicios en nuestro país y el mundo.

La certificación de procesos está dada por la norma ISO 9001 (código interno que se le asignó por la ISO a la certificación en procesos) realizándose su última actualización en el año 2008;  es por ello que la conocemos como la norma ISO 9001: 2008

ISO,   sigla inglesa que significa International Organization for Standardization,  o bien en nuestro idioma, Organización Internacional para la Normalización, está conformada en la actualidad por 176 países, con sede principal en Suiza, donde se reúnen con el objetivo de emitir normas para que todas las empresas lo hagan de la misma forma.

La ISO inició después de la segunda guerra mundial, buscando básicamente el poder usar un producto fabricado en un país X en cualquier lugar del mundo, sin presentarse ninguna dificultad; un caso de éxito de esta organización es las tarjetas débito y crédito donde su estándar de tamaño y ancho permiten que la misma pueda ser utilizada en cualquier cajero electrónico a nivel mundial.

Pero no solo la ISO busca la mejor utilización de los productos, sino también otros aspectos importantes como el cuidado del medio ambiente, la salud ocupacional, el bienestar de los empleados, la realización de los procesos de una forma correcta, la mejora continua, y sobre todo para la norma ISO 9001 la satisfacción del cliente, la cual es su mayor finalidad.

Es por ello que el servicio al cliente, el liderazgo en la empresa, la participación de todo el personal, el enfoque basado en procesos, la organización de un sistema de gestión de calidad, la mejora continua, el basarse en hechos para tomar decisiones, y las relaciones mutuamente beneficiosas con clientes y proveedores, hacen de la certificación de procesos una necesidad en las empresas que buscan la satisfacción de los clientes y la normalización de sus procesos.

Certificarse no es una moda, es un proceso que se debe realizar con convicción de que la empresa mejorará cada una de sus áreas, buscando finalmente lo que todas desean: la satisfacción del cliente que permita un crecimiento económicamente sostenible.